Bajo un sol de plomo, una broqueta de chicas, jóvenes, casi adolescentes, se matan, los pies magullados por el guijarral, a romper y a transportar piedras. ¿ El presidio? De hecho, una " sección disciplinaria " donde reina la arbitrariedad bajo la férula de carceleras despiadadas y sádicas.
A medias desvestidas, las "reclusas" son unas presas fáciles, tanto para guardianas adeptos de Lesbos que abusan de su autoridad para forzar a sus presas que satisfacen sus vicios, que a ciertos oficiales varoniles que vienen sobre la obra para elegir y para ofrecerse a buena cuenta de los goces tanto más intensos como son obligadas.
Rodadas con una gran libertad, ocho hermosas nymphettes vienen para agitar y para amasar sus pechos abiertos a algunos centímetros de sus ojos antes de entregar su gata húmeda a la golosina de sus socios(compañeras,compañeros) y de abrir de par en par su gatito y su pequeño hoyo a las penetraciones masculinas más vigorosas.
Una película asombrosa y que desentona, una historia de sadismo sin masoquismo, un tratamiento de choque para pilluelas depravadas.