Para poner la mano sobre la fortuna considerable de su padre alcanzado por senilidad, ambos herederos legítimos, Priscilla, su hija, y Marco, su hijo, se despellejan. Priscilla, guapa y sin escrúpulo juega a su seducción para alcanzar(llegar) sus fines. Por su parte, Marco se pretende al único - con la ayuda de una hermosa enfermera, es verdad - al poder velar sobre el "viejo". Pero, demasiado ocupados de pelearse, ignoran la sorpresa que les reserva su " venerado padre ", mucho más lúcido que les dejó él creer ? Concientes deseos ilícitos que inspiran, las actrices llevan el juego. Entre sus muslos asiento el poder absoluto. Con deleite, se empalan, delante de y detrás, sobre los miembros viriles de sus compañeros hasta goces ruidosos. Una historia al erotismo poderoso donde la búsqueda del placer se hace un fin último.